“barcas solares” es el título con el que Yolanda nombra la última muestra de su trabajo. La experimentación y elocuencia del tema escogido encierra ya una serie de resonancias míticas y simbólicas que redundan en una explosión y abundancia de materiales, formatos y técnicas diversas que exploran prolíferamente la evocación de una sola imagen como objeto, concepto y ensoñación ante los ecos que el asunto de la barca evoca en lo más profundo de nuestra conciencia colectiva o espíritu, idea poética que le permite dar rienda suelta a la imaginación y realizar distintos vuelos sobre el mismo tema, lo que da una unidad que podría compararse con la que tiene por ejemplo, un libro.
Pero, ¿a dónde nos llevan estas barcas solares? La barca nos invita a un viaje “más allá” de las “aguas”, lo que nos remite al tránsito por el umbral donde se aloja el alma, es ella la que contempla el mito vivo en cada paisaje marino donde la barcas flotan, y es ella quién nos embriaga en esa sed que asalta al creador en el momento de contemplar tal cantidad de imágenes posibles y se da a la tarea de plasmarlas, permitiendo que aquello que pugna por ser nombrado, aparezca de múltiples formas.
Ciertamente el trabajo de la artista denota la entrega total a la materia que la seduce y nos permite entonces entrar en el viaje al que nos invita a través de estas imágenes, fruto y recompensa de la fantasía.
Con alegría y gozo subámonos pues, en estas barcas que nos invitan a pasar a la otra orilla, la del reino la belleza y el arte.
Maricruz Patiño.