La temática que este año ha captado mi atención ha sido la referente a los límites que impone el hombre a los espacios que habita. Los interviene, delimita y los ordena.
Este fraccionar el espacio, va desde el adentro y afuera de una casa, hasta la traza urbana donde se ubica la misma. Clasificación, numeración, dimensión, cuantificación son muchas de las formas que tiene el hombre de relacionarse con el mundo que habita.
Habitar, vivir, tener un lugar donde poder aislarte del mundo, un espacio acotado, privado.
Las pequeñas casas que habitamos son santuarios, donde viven nuestras emociones, nuestra historia y nuestros secretos.
Por todo esto he querido desarrollar una serie de cuadros que revisan estos espacios, los ubican en el espacio, los presentan en peligro o simplemente los contextualizan.
Reflexionar sobre la importancia del espacio habitable, de nuestro lugar en el mundo, de nuestra relación con otros, es de lo que se trata este proyecto.